Todos
los Seres Vivos Respiran, tanto las plantas
como los animales, en la tierra o en el agua. La
respiración, es una característica común a todos los seres
vivos. Por supuesto, las plantas y los peces, utilizan
diferentes órganos para respirar. En este artículo vamos a
explicarte el sistema
respiratorio para niños de primaria y el proceso de la
respiración humana.
Sistema
Respiratorio Para Niños:
La respiración, es un fenómeno natural que permite
incorporar oxígeno y eliminar el dióxido de carbono. Todas
las células necesitan un suministro constante de oxígeno
para poder vivir. El aire que inhalamos, está formado por
una mezcla de gases.
¿Qué
es el oxígeno? El
oxígeno (O2)
es un gas invisible, que forma parte del aire y sirve para
la vida en el
planeta tierra. Lo
incorporamos a través del sistema respiratorio. Ayuda a
transformar los alimentos que comes en energía. El oxígeno,
es más abundante en el aire que ingresa a
los pulmones. Durante este proceso, se genera otro gas, el dióxido
de carbono (CO2),
que es un producto de desecho y debe ser eliminado del
cuerpo. Es más abundante en el aire que sale de
los pulmones.
El
sistema respiratorio, está formado por
diversos órganos y conductos que participan en el proceso de
la respiración. Algunos órganos del sistema
respiratorio se encuentran dentro de lo que se llama tórax, que
está limitado por las costillas y el diafragma. Las vías
respiratorias, son los conductos por los que circula el
aire. Se dividen en vías respiratorias superiores e
inferiores:
Vías
Respiratorias Superiores:
están constituidas por la nariz,
faringe y laringe.
Vías
Respiratorias Inferiores
La
respiración no Depende de Nuestra Voluntad,
es un proceso
involuntario y automático. ¿Por dónde circula el
aire que respiramos? Vamos a explicar el Sistema
Respiratorio para Niños.
El
Aire Entra por la Nariz o
la Boca. Pasa
a través de la garganta, donde están la faringe y la laringe
hacia la tráquea.
La tráquea, se divide en dos conductos denominados bronquios que
entran en cada uno de tus dos pulmones,
el derecho y el izquierdo. Estos bronquios, conducen el aire
hacia ramas más pequeñas, los bronquiolos (son
como las ramificaciones en un árbol), del grosor de un
“pelo”. Estas ramas más pequeñas o bronquiolos terminan en sacos
de aire llamados alvéolos.
Hay millones de alvéolos en cada uno de los pulmones. Son
como diminutos “globitos” cubiertos con pequeños vasos
sanguíneos muy delgados denominados capilares.
Cuando Inspiramos, los
Pulmones se Llenan de Aire. Parte del
oxígeno de ese aire pasa a la sangre y es transportado hacia
las células. En las células, la sangre recoge al dióxido de
carbono y lo lleva de regreso a los pulmones. Allí cuando espiramos, el
CO2 es
eliminado.
Las
fosas nasales, son las cavidades que se encuentran en el
interior de la nariz. En ellas hay finos pelos y mucosidad.
La función de
las fosas nasales, es filtrar y calentar el aire que
ingresa, reteniendo el “polvillo” que se encuentra en el
ambiente.
Este
Órgano Ubicado en el Cuello,
forma parte tanto del sistema respiratorio como también del sistema
digestivo. Por esta
cavidad pasan, el aire y los alimentos. Por eso trabaja en
conjunto con la laringe, controlando la apertura y cierre de
las vías respiratorias hacia la tráquea y del tracto
digestivo hacia el esófago.
Es
un Tubo que Conduce el Aire Desde la Nariz Hasta la Tráquea.
La laringe contiene las cuerdas
vocales, que se mueven cuando pasa el aire,
permitiendo la emisión de los sonidos, nuestra voz. Tiene
una “tapita” llamada epiglotis que
cierra el acceso a las vías respiratorias mientras la comida
se envía hacia el tubo digestivo.
La
Tráquea es un Tubo Formado por Anillos Cartilaginosos,
que le dan flexibilidad y evitan que se cierre
interrumpiendo el paso del aire. Se encuentra situada entre
la laringe y los bronquios.
La
Tráquea se bifurca en dos tubos llamados bronquios:
bronquio derecho y bronquio izquierdo, que llevan el
aire a cada uno de los pulmones.
Los
Bronquiolos, son las ramificaciones de los
bronquios cada vez mas delgadas, que terminan en los
alvéolos pulmonares.
Se
Asemejan a Racimos de Uvas, allí terminan
los bronquiolos. En ellos se realiza el intercambio
gaseoso. El oxígeno pasa del alvéolo a la sangre y
el dióxido de carbono, del la sangre al alvéolo.
Los
Pulmones, son dos órganos de color rosado,
blandos, con una textura similar a la de una esponja. El
pulmón izquierdo es un poco más pequeño que el
derecho. Le deja un “lugarcito” para que se ubique el
corazón. El aire que ingresa por las fosas nasales, llega a
los pulmones. No llega frío, sino que se va calentando en su
recorrido.
Los
pulmones ocupan gran parte del espacio dentro de tu pecho
(tórax). Están protegidos por la “caja
torácica”. Ésta “caja”, está formada por las
costillas, y rodea a los pulmones para mantenerlos seguros.
Por debajo de los pulmones está el diafragma.
Es un músculo que sube y baja alternadamente durante la
respiración.
El
Diafragma es un Músculo, en forma de bóveda,
que separa la cavidad torácica de la cavidad abdominal. Al
contraerse y relajarse permite que el tórax se expanda y se
achique. Cuando inspiramos, el
diafragma baja, permitiendo
que el aire entre en los pulmones. Y cuando exhalamos,
sube, favoreciendo la expulsión del aire “cargado”
de dióxido de carbono.
La
Función Principal de los Músculos Intercostales
es permitir los movimientos respiratorios junto con el
diafragma, para aportar oxígeno a los diferentes tejidos.
Son
los huesos que forman el tórax conformando
la denominada Caja
torácica, y protegen a los pulmones y al corazón.
El
Funcionamiento del Sistema Respiratorio está
conformado por los movimientos respiratorios que contribuyen
a la oxigenación de la sangre. Estos movimientos son de
inspiración o inhalación y exhalación o expulsión del aire.
Los
Movimientos Respiratorios, son los que hacen
que el aire entre y salga de los pulmones. Estos movimientos
son:
Inspiración. La
caja torácica se expande, se expanden los pulmones. El
aire entra por las vías respiratorias y llega a los
pulmones.
Espiración. El
volumen de la caja torácica disminuye y los pulmones se
deshinchan. El aire sale al exterior.
El
Diafragma y los Músculos Intercostales
intervienen en estos movimientos respiratorios. Los músculos
intercostales son los que están situados entre las
costillas.
En
la Inhalación o
Inspiración, los pulmones se expanden debido
a la contracción de los músculos intercostales y del
diafragma que baja (músculo en donde se apoyan los
pulmones). Esto hace que el aire ingrese al organismo
llevando oxígeno. A medida que tus pulmones se expanden, se
llenan de aire.
Durante
la Exhalación o
Espiración del aire sucede a la inversa. El
diafragma se relaja, los músculos intercostales se relajan y
la caja torácica disminuye su tamaño. Se contraen los
pulmones y el aire se expulsa cargado de dióxido de carbono.
El
sistema respiratorio trabaja conjuntamente con el sistema
circulatorio. Es uno
de los sistemas
de nutrición del
organismo. El oxígeno de los alvéolos pulmonares entra a la
sangre a través de pequeños capilares. Desde allí es
transportado al corazón, desde donde es enviado a todo el
resto del cuerpo humano. En camino inverso el dióxido
de carbono (CO2), que sale de las células del
cuerpo, viaja por los capilares de regreso al corazón que
envía esta sangre a los pulmones. Allí se llevará a cabo el
proceso contrario, para que el CO2 pueda ser exhalado del
cuerpo.
La
Verdadera Respiración
Sucede en las Células:
El oxígeno del aire que inhalas por las fosas nasales, llega
a los pulmones y de ahí pasa a la sangre. Ingresa a los
pequeños vasos sanguíneos y viaja a cada centímetro de tu
cuerpo. Al mismo tiempo, el dióxido de carbono se desplaza
desde la sangre hacia los alvéolos para ser eliminado. El
dióxido de carbono que se produce en las células es
eliminado en la respiración.
Para
que tu cuerpo obtenga energía a partir de los alimentos,
necesitas oxígeno. La verdadera respiración o respiración
celular, se sucede en las células. Es el conjunto de
reacciones bioquímicas que permiten la degradación
molecular y obtención de energía.
La finalidad es el intercambio gaseoso. Aporte de oxígeno y
eliminación de dióxido
de carbono, con la consecuente
obtención de energía.